Pese a que la inteligencia artificial (IA) no es nada nuevo, este 2023 está generando un gran interés con la polémica que ha envuelto a ChatGPT. La creación de esta tecnología se remonta a 1943 cuando Warren McCulloch y Walter Pitts presentaron un nuevo modelo de neuronas artificiales. En estos 80 años esta tecnología se ha desarrollado con creces y ya tiene aplicación en la mayoría de los sectores. Además, desde el Instituto Global McKinsey afirman que esta revolución puede generar aspectos positivos tanto para las empresas como para la economía, pero ¿cómo cambiará la movilidad con la llegada de la IA?
La automatización de tareas puede conllevar un crecimiento de la productividad de entre un 0,8% y un 1,4% al año, lo que se podría traducir en una transformación revolucionaria de sectores tan importantes como las comunicaciones, el transporte o la sanidad. En concreto, el área del transporte sufrirá cambios en la producción, diseño, comercialización y presentación de los vehículos.
¿Dónde se puede implementar la IA?
La inteligencia artificial tiene cabida en todos los sectores. La repercusión de esta traerá grandes avances gracias a los datos con los que cuentan actualmente las empresas. Pese a que contamos con le mayor número de datos posible hasta el momento, no se está realizando un uso exhaustivo de estos y por consecuencia no se están obteniendo todos los beneficios posibles. La utilización de datos puede conllevar los siguientes puntos:
- Resolución rápida de problemas gracias a la digitalización de la información.
- Crecimiento de las empresas.
- Desarrollo del tejido productivo de los negocios.
Todos estos elementos positivos también se adaptan a las empresas de movilidad, que actualmente trabajan para desarrollar un coche más seguro, cómodo y adaptado a los avances tecnológicos. Además, este trabajo diario se podrá traducir en seguridad para el conductor y un crecimiento aún mayor de este sector en términos de autonomía, tráfico, mantenimiento e incluso logística.
Autonomía
Ya contamos con algunos elementos que proporcionan autonomía a los vehículos como la velocidad crucero o el sistema de aparcamiento autónomo, pero con la inteligencia artificial se dará un paso más allá. El coche será capaz de tomar decisiones sin necesidad de la intervención humana. La accesibilidad a los datos se traducirá en una disminución de siniestros. Gracias al aprendizaje sobre los accidentes, se podrá implementar medidas de prevención.
Datos como el estado de las carreteras, condiciones meteorológicas o el tráfico de la zona será información que les facilitará a los conductores evitar siniestros o tener en cuenta determinadas circunstancias. Los coches serán capaces, además, de detectar el nivel de cansancio del conductor y recomendar que se realice una parada.
Tráfico
La mejora del tráfico será una de las grandes ventajas para los conductores, ya que se podrá monitorizar a tiempo real para tomar decisiones que mejoren la fluidez del tráfico. Incluso se podrán controlar los semáforos o redirigir por vías alternativas.
Mantenimiento
La IA no solo tendrá repercusión en el uso del vehículo, sino que en el proceso de fabricación y mantenimiento se realizarán grandes mejoras como una alerta de aviso para pasar por el taller o la comunicación sobre algún error en el coche. Al contar con mayor prevención y la mejora del mantenimiento del vehículo se reducirán costes y se mejorará la experiencia de conducción.
La revolución en la movilidad ya ha comenzado y sus beneficios son infinitos para proporcionarle al conductor la mayor seguridad y experiencia con el paso de los años.
